miércoles, 29 de abril de 2009

Este es sin duda EL lugar







K tal??





Andando de curioso en la red (raro en mí) me he topado con fotografías de un sitio con una belleza por demás singular. Se trata del río Caño Cristales, también conocido como Río de los Cinco Colores (las razones saltan a la vista). Este río se encuentra ubicado en el departamento del Meta, en el centro-oriente de Colombia. Dicho río forma parte del Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena (hasta donde repercutió la canción!!! jejeje, no es cierto, nada que ver) y su peculiar colorido se debe a la proliferación de musgos y algas sobre las rocas que conforman el lecho del mismo. Dichas algas le dan las tonalidades amarillas, azules o negras que se observan, en tanto que el rojo es producido por una pequeña planta llamada Macarenia clavigera que prolifera especialmente cuando el río crece (o como dirían los españoles: "cuando se sale de madre"). No está de más mencionar que este sitio es considerado por la UNESCO como Patrimonio Biológico de la Humanidad, de ahi su trascendencia.



Sin duda es un lugar hermoso, lleno de pozas naturales, cascadas para todos los gustos :P, túneles y cachiveras (así llaman en Colombia a los raudales o rápidos que se forman en el curso de los ríos). Y ni qué hablar de la diversidad biológica que debe existir en un sitio así.


Definitivamente este es un sitio que ha sido añadido a mi lista de must, así que ¡¡a vender tamales!! jejeje (si no ¿cómo saco lo del boleto de avión?)

Just beautiful!!!

martes, 21 de abril de 2009

Por donde empezar??

Mmm, es la primera vez que tengo la oportunidad de dejar plasmado algo en la red, y aunque los pensamientos revolotean constantemente, no aterrizan en ideas concretas. Tal vez empezaría por decir que soy de Tabasco, un lugar realmente extraordinario del sureste de la república que, sin embargo, adolece de muchas y muy grandes carencias, no sólo en lo económico, sino también en lo social (¿cómo explicarse que sea el primer lugar nacional en suicidios?). Y a pesar de ello, es una tierra maravillosa, en la que la naturaleza aun es pródiga, y el agua y el verde de su vegetación parecieran no tener fin ¿cómo no rememorar los atardeceres en la costa, la quietud de los manglares, el encanto primitivo de la sierra y los aullidos de los monos en la mañana, indicando que, al menos en una mínima fracción, esa tierra aun es el edén? Y justo en este momento vienen a mi mente no sólo las imágenes, sino también las texturas, olores y sabores de la tierra: el musgo creciendo en los resquicios de las rocas, las orquídeas aglomeradas en lo alto de los árboles, el olor a madera húmeda en la selva, el llamado constante de las cigarras en el calor del mediodía, el concierto nocturno de ranas y sapos en las charcas y lagunas, el silencio de las ruinas mayas, la sensación de grandeza inspirada por las cabezas colosales. Todo ello contribuye a no sólo extrañar mi tierra, sino también a desear y trabajar arduo para aportar algo positivo . Ahora estoy en Tamaulipas, en el otro extremo del país, enfrentando un ambiente radicalmente distinto al acostumbrado y que, sin embargo, representa un reto apasionante, por todo lo que hay que conocer, analizar y asimilar. Siento que estoy en una encrucijada importante en mi vida, y de lo que decida hoy dependerá lo que viva mañana. Confío en que serán cosas buenas....